Es una pieza cargada de significado y misterio, inspirada en un bordado tradicional de la comunidad Las Manzanas y Guadalupe, que evoca la despedida de un amigo, simboliza el cierre de un ciclo con respeto y gratitud.
El corte está elaborado de telar de cintura, adornado con un brocado negro en forma de rombos, un patrón único que, aunque su origen no está completamente claro, ha sido transmitido por generaciones. Los flecos largos negros añaden un toque de movimiento y profundidad, fusionando la tradición con una visión contemporánea.
Adiós amigo, no es sólo una sandalia es un tributo a la belleza del arte textil de Las Manzanas y Guadalupe, sino también un recordatorio de la importancia de las conexiones profundas y los momentos compartidos, aunque se despiden, nunca se olvidan.